miércoles, 22 de febrero de 2017

¿Qué son las habilidades sociales?

Las habilidades sociales son las conductas o destrezas sociales específicas requeridas para ejecutar competentemente una tarea de índole personal. Implica un conjunto de comportamientos adquiridos y aprendidos y no un rasgo de personalidad. Son un conjunto de comportamientos interpersonales complejos que se ponen en juego en la interacción con otras personas.

También puede definirse como las conductas necesarias para interactuar y relacionarse con los demás de forma efectiva y mutuamente satisfactoria.

Importancia de las habilidades sociales.

Somos seres sociales, esto implica tener la necesidad de relacionarnos con los demás, para sobrevivir y para disfrutar de una vida sana emocional. Es por ello por lo que resulta necesario conocer y ejercitar las habilidades sociales para relacionarnos adecuadamente con nuestro entorno.
Tener un buen repertorio de habilidades sociales es imprescindible para nosotros, para nuestra adaptación al entorno en el que se desarrollan nuestras vidas, así como para generar vínculos satisfactorios con las personas con las que tendremos que mantener contacto.
Entre las habilidades más comunes e importantes se encuentran la empatía, el apego, la comprensión, la asertividad, el autocontrol, cooperación, comunicación, etc.

Destacando sobre todo la asertividad, que consiste en expresar de forma adecuada las opiniones personales, defendiendo los propios derechos, incluso en situaciones en las que se sabe que habrá varias personas que se opondrán y tendrán otro punto de vista. Un ejemplo sería, estar con un grupo de personas y mostrar tu desacuerdo con aquello que se está comentando si tienes una opinión contraria.

Habilidades y actitudes para la relación con familias y menores.

En el pasado, la relación entre familia y escuela se consideraban habitualmente desde la perspectiva de una división de funciones, planteando que la familia era la institución encargada de la socialización de los niños y la escuela la responsable de la enseñanza de conocimientos. Los cambios experimentados por la sociedad han contribuido a desdibujar, cada vez más, las fronteras entre ambas instituciones y sus funciones respectivas.

Es un hecho que en las últimas décadas la escuela ha empezado a asumir en muchas ocasiones aspectos de la socialización primaria que antes correspondían a las familias No obstante,  la familia y escuela tienen el objetivo común de educar a la persona, que es única y que necesita encontrar coherencia y continuidad entre los dos contextos.


 Ninguna de las dos debería afrontar en solitario el reto que supone la educación en nuestros días. Por ello, en estos momentos las relaciones entre familia y escuela se plantean en términos de complementariedad y apenas se cuestiona la necesidad de lograr una adecuada colaboración entre ellas. Dicha cooperación deberá respetar, en todo caso, el derecho fundamental de los padres como primeros responsables de la educación de sus hijos.


Buenas prácticas.


Un ejemplo de buenas prácticas para la relación con las familias puede ser el siguiente. 


* Ayudar a las familias (padres, madres, tutores) a llevar el aprendizaje de sus hijos e hijas. 

* Valorar el papel de las familias como primeros educadores de los niños y niñas.

* Desarrollar proyectos que impliquen a la familia y a la comunidad en la vida escolar y viceversa.

* Fomentar la comprensión y capacidad de entendimiento del personal que trabaja con niños y niñas.

* Ser flexible y sostenible. 

* Proponer actividades llamativas.

* Promover el aprendizaje a lo largo de la vida y la educación para todo el mundo. 

* Incluir enseñanzas de tipo formal o informal.

* Afianzar la autoestima y confianza de las familias y del alumnado.

* Poner a disposición de padres y madres actividades de formación en destrezas instrumentales, si la necesitan.



¿Que es la escucha activa?

Saber escuchar es una de las habilidades más importantes y más difíciles del proceso comunicativo. La escucha activa significa escuchar y entender la comunicación desde el punto de vista del otro, es decir, se refiere a la habilidad de escuchar no solo lo que la persona está expresando directamente, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que quiere transmitir. Para llegar a entender a alguien se precisa asimismo cierta empatía, es decir, saber ponerse en el lugar de la otra persona.

Los elementos o las fases que facilitan la escucha activa son la disposición psicológica, el análisis de mensajes verbales y no verbales, retroalimentación al mensaje del emisor e inicio de las respuestas partiendo de las expuestas por el interlocutor.


Para conseguir tener una escucha activa podemos trabajar una serie de habilidades como mostrar empatía, parafrasear, tener sentido del tiempo, resumir y emitir palabras de refuerzo o cumplidos.


La importancia de la comunicación no verbal.

Con comunicación no verbal nos referimos a aquellos signos y sistemas de signos no lingüísticos que comunican o se utilizan para comunicar.
Se calcula que aproximadamente entre el 60 y 70% de la información que recibimos proviene del lenguaje no verbal (gestos, posturas, miradas, prendas de vestir, etc.).

Una parte de la comunicación no verbal es innata, pero hay muchos aspectos de este tipo de comunicación que se aprenden por imitación de códigos socialmente establecidos.





Relación entre profesionales de la intervención familiar.

Muchas de las dificultades iniciales de eficacia, e incluso de supervivencia profesional, en este contexto de trabajo provienen de una falta de reflexión sobre el sentido global del trabajo de intervención con familias en el marco de los servicios sociales. Especialmente en lo concerniente a las intervenciones con niños, hay muchos momentos en los que el impacto emocional de trabajar en apoyo educativo y psicológico a las familias es muy grande.

Tener dudas puntuales sobre la propia función profesional que ejerces no es un problema, y casi podría decirse que es una buena señal en un profesional. En estos casos podemos apoyarnos en nuestros compañeros ya que el trabajo en equipo puede aportar ideas más adecuadas, por lo tanto si nos viéramos estancados en una situación que no sabemos abordar podrías pedir consejo entre profesionales ya que han podido estar en tu misma situación o te dan ideas para afrontarlo.